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Teatro de la CNT


Las dos siluetas fumaron amparadas en la sublime oscuridad del teatro ¡La oscuridad, preciosa compañera cuando sobrevolaban los Heinkel y los Fiat por el cielo de Madrid! Y si no, un miliciano te lo recordaba desde la calle: '¡ hijoputa, fascista, apaga esa luz! Anastasio rememoraba estas lindezas, mientras ardía en una cólera interior, que no logró disimular. Daba caladas nerviosas, con el eco de los diálogos que en el ensayo, al estar la platea vacía, sonaban igual que en una caracola. No en vano, José Luis, el actor principal que interpretaba a Moliere y a su Tartuffo, se habia empeñado en disfrazarse con el famoso sayo amarillo. Les dolía la vista de ver aquel fulgor sobre las tablas tanto a Anastasio, uno de los encargados de cultura de la CNT, como a Alfonso el director artístico de la obra: una recreación de la vida del dramaturgo francés. Pero a ver quién le rechistaba; pues el divo se excusaba seguidamente con un dolor de cabeza, que interrumpía los ensayos para rebozo de todo el elenco, que asistía a dichas pugnas con una sonrisa - Mírale, Alfonso, el muy hijo puta, no se apea del amarillo¡qué nos va a hundir la función!



De Alex Pascual Guardia from Barcelona, España - Madrid 2008 - Teatro María Guerrero, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4955488
Teatro María Guerrero, la magia del teatro que porta el nombre
de la abuela del excelentísimo Fernando Fernán Gómez. 

- Pero no le has explicado que el mismísimo Moliere murió en las tablas con ese color, y que en la profesión tenemos yuyu al amarillo. - Insistió el cenetista, que dijo a continuación que no había que recrear con pelo y señales la vida del autor teatral.
- Y también lo de la mierda, que cuantas más caballerizas, más éxito tenía la función.¡Mucha mierda! Aunque no hay tutía.- Se explicó Alfonso. El aludido, José Luis, se percataba de las disquisiciones que a su distancia adquirían la apariencia de un diálogo de cine mudo.- Como dice que cree en la metempsicosis, que en realidad es Moliere el que 
- Metemo.- Repuso ceñudo Anastasio.
- Metempsicosis
- Eso es que será mormón.
- Masón.- Le corrigió el director de la obra, más ducho. 
- No entiendo qué tiene que ver.
- La metempsicosis cree en la trasmigración de las almas.Tú mismo- Alfonso le pegó un codazo divertido a su mecenas sindicalista.- ¡Podrías haber sido Cleopatra en EL pasado!
- Ahhh, a mi me hubiera encantado reencarnarme en Celia Gámez, más que en mi mismo-Anastasio avivó los ojos ensoñador
- ¿Y eso?


De Celia_Gámez-2.png: *Celia_Gámez.png: Unknownderivative work: Dalton2 (talk)derivative work: Dalton2 (talk) - Celia_Gámez-2.png, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=12531144
Celia Gámez provocó sueños lascivos,
en la preguerra y posguerra. Luego vendrían
a excitar el imaginario las actrices americanas

- ¡Para tocarme las tetas, no te jode! - Ambos hombres rieron al unísono.- Aunque peor hubiese sido reencarnarme en Antínoo(1). - Anastasio presumió de hombría; la Revolución sólo la podrían hacer ¡hombres! y por supuesto excluyó a los comunistas, todo excusas cuando había que abordar la lucha de clases . Volvió a las cuitas de la obra- Pero qué se cree José Luis que es.
- Pues la reencarnación de Moliere, y que por eso sube vestido de amarillo.
- ¡Qué trae mala suerte! - Seguía magreándose los  pechos exiguos en comparación con los de la Gamez. Súbitamente sintieron la presencia de un muchacho desgalichado, pelirrojo, que iba vestido como un tanguero. La corbata a lo Carlos Gardel, que había muerto dos años antes en un accidente aéreo, y un traje que le flotaba por todos lados,  y que delataba su corta edad por la vestimenta de circunstancias.- Aquí le traigo el café, señor. 
- Ándale, si tiene acento argentino ¿ Dónde naciste muchacho?
- En Perú.
- Es el nieto de María Guerrero- Le chivó el director artístico. Ambos sabían que la guerrera abuela no había reconocido al muchacho ni la relación de sus padres. - Se llama Fernando.
- Fernando Fernán Gómez.- Precisó temblando el adolescente que estaba hasta la coronilla de la etiqueta que se gastaban los señores sindicalistas de la CNT. Él había ido a aprender. Antes tendría que poner muchos cafés, por supuesto de achicoria dadas las circunstancias. 
- Muy bien, te puedes retirar.

Fernando aprendía interpretación en un nido de derechas por muy chocante que pueda parecer(2). ¡ La CNT un sindicato anarquista, tenía defensores ardorosos de la propiedad privada por doquier!  De hecho, el adolescente se enteraba de muchos de los tejemanejes que se urdían. No era una quintacolumna presta a coger las armas como fabulaban en los canales oficiales del Frente Popular, aun cuando anhelase una pronta resolución para sus privaciones, esto es, que Franco entrase de una vez por todas en la ciudad.  
- Camarada Anastasio .- refunfuñó Alfonso que había esperado el momento propicio para sacar el tema, una vez que el muchacho se hubo largado.- ¿Cuándo cobramos? Está la compañía intranquila porque todavía, le recuerdo, que nos deben dos mensualidades.
- Enseguida, a eso venía.- Y sacó para decepción del director artístico, un fajo de vales del sindicato. Los miembros de la compañía preferían a pesar de su devaluación, la moneda de la República a estos vales que nadie quería 
- Señor Anastasio, ahora en serio, para que nos cobren con esos papelillos, casi hay que hacerlo a punta de pistola. No sé si da usted cuenta.
- Para el carro, muchacho, en el sindicato no tenemos efectivo. Todo lo absorbe el esfuerzo bélico.- En esto, había acabado el ensayo y la prima donna, con la guisa de un Moliere sudoroso, se despachó a gusto con el fetichismo de sus jefes.
- Ve, camarada Alfonso, como no se ha caído el escenario. Y el amarillo da más realismo a una obra que trata precisamente de Moliere.- Y venteó la letanía.- Parece mentira que ustedes crean en semejantes supercherías. Más usted que es ateo. 
- El mal fario no entiende de religiones, José Luis. Se lo he repetido, que Moliere murió con ese color puesto. - Le contestó Alfonso con mal café.  
- Estoy al corriente, ¿pero sabe que se ha reencarnado en mi?
- Está como una chota.- Bramó para si Anastasio,  con el objeto de no ofender a la estrella de la escena, demasiado susceptible. 
- Además es una tela gruesecita.- No podían poner la calefacción en pleno invierno, salvo que quemasen las sillas del teatro. El carbón escaseaba o se excedía en su precio. Si por lo menos los carboneros aceptasen vales de los sindicatos. ¡Los vales ni siquiera ardían bien!- Ahora que les veo que nos está pagando, querido Anastasio, le digo que estoy harto de tantos vales, que en realidad no "valen" para nada. 
- Para usted he traído moneda de la República. 
- Así sí.- intervino Alfonso. 
- Pero sólo para él
Fueron pasando los días, de un Madrid asolado por la telaraña de los ejércitos franquistas, que esperaban que el adversario se agitase intentando zafarse y perdiese fuelle él sólo en el ínterin . La compañía renovó su cartelera con el estreno de la zarzuela La Dolorosa. - Es una obra religiosa, La Dolorosa es la virgen, Alfonso, que no son tiempos para recrearnos en estos asuntos.- receló el capitoste sindicalista. 
- No, maestro, precisamente, si hacemos unos arreglos, la podemos convertir en una denuncia contra la hipocresía eclesiástica. El hermano Rafael tiene una aventura amorosa, ya sabe y tiene un hijo.
- No conocía esa opereta. 
- Pues tiene un hijo como le decía y su amor, repudiado por todos, bueno, al final sube la virgen a los cielos, o podríamos quemarla como una muestra de justicia del pueblo para hacer el final más acorde a los nuevos tiempos. El camarada Durruti dijo que la única Iglesia que ilumina, es la que arde.  
-  No era una frase suya. - Anastasio Pegó una calada al cigarrillo que se acababa de encender. - Sabe que puede ofender a mucha gente de la compañía, que es de derechas y religiosa. 
- Ya se me ocurrirá algún arreglo. ¿Pero cómo aceptó a tanto afiliado de derechas?
- ¿Cuál era la alternativa, Alfonso, que los fusilasen? No dormiría tranquilo.

- José Luis está delicioso, con esa voz que tiene el muy capullo, Anastasio.
- Tampoco es una Margarita Xirgu


De Amadeu Mariné i Vadalaco (1878-1935) - (1911-03-02). "Margarita Xirgu". Nuevo Mundo (895). ISSN 1699-8677., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=54739847
Nuestra Sarah Berhnardt. 


- Todavía se recochinea de mi, porque a pesar de haber vestido de amarillo, está vivito y coleando.
- Entiendo.- Dijo con cajas destempladas Anastasio, al que aquel desafío le hería el amor propio. Parecía un actor de Hollywood con tanta exigencia
La patraña del color amarillo y el fetichismo se habían postergado con el frenesí de las representaciones. Hasta que llegó la decimotercera, ¡ crucemos los dedos! y en medio de la representación, cayó un visitante ¿esperado?, un obús. Estaban en guerra cómo no. El visitante estuvo a punto de enviar al cielo al mismo José Luis, que presa del pánico salió por una de las brechas que había abierto el artefacto en el teatro, y corrió despavorido calle abajo. Como alma que llevase el diablo, disfrazado del hermano Rafael y  esquivando controles en eslalon. Toda una temeridad en el Madrid anticlerical de aquellas fechas.  
- Pero lo habéis visto. Cómo carajo tiene los bemoles para salir corriendo, es un cura. - Advirtió un miliciano ugetista todavía incrédulo con la escena- ¡A por él, chicos!- Un Hispano Suiza birlado/requisado, y pintado con los colores de la UGT se fue tras el rastro del falso monje. Huelga decir que los sindicalistas no sabían que había salido en estampida de una representación. 
Cuenta Eduardo Haro Tecglen en La Buena Memoria, libro de diálogos con Fernando Fernán Gómez la historia de este personaje de teatro que sale ataviado con los hábitos religiosos a plena calle tras estallar un obús en la representación de La Dolorosa y al que rescatan los anarquistas de la perfidia del resto de formaciones( Eduardo los vería como impostores, a nosotros nos importa más el individuo en esa barbarie colectiva que significó nuestro conflicto). Suponemos que al doblar la esquina, unos camaradas de la CNT, hicieron entrar al falso religioso en su automóvil - creían que era un monje loco como Rasputín- No eran formas, las de moverse con diurnidad y alevosía con ese traje debieron pensar. Que por menos habían fusilado a muchos de sus compañeros. Seguramente alguno de ellos fuese  un emboscado, por lo que convenció a sus compañeros de patrulla, para que escondiesen al padre. Más tarde, cuando el actor les explicó toda la situación, los cenetistas no daban crédito ¿ Cómo no habían reconocido a esa estrella de la interpretación? El maquillaje. Imaginamos que aquél intérprete prescindió del color amarillo.

(1) Antínoo fue el amante del emperador Adriano, joven de singular belleza y que resalta el canon homosexual como idealización. La homofobia recorría todo el arco ideológico. La izquierda soportaba mal que los devaneos sexuales se aireasen de manera indisimulada. Fue notoria la polémica del eximio poeta, Luis Cernuda, que en un homenaje a su querido y pasado por las armas, Lorca, brindaba por los efebos que había saboreado su amigo. Actuó la censura en El Mono Azul. Y Buenaventura Durruti presumió que venía de Barcelona, donde había limpiado la ciudad de " señoritos y maricones" a combatir al fascismo en Madrid. Una bala traicionera segó su vida como sabemos.  
(2) Desde otras formaciones políticas y sindicalistas se quejaban de la manga ancha de la CNT a la hora de analizar y  aceptar a los candidatos que aspiraban a afiliarse al sindicato anarquista, sin hacer una mínima comprobación. Como pasaporte para una vida más tranquila en un Madrid frentepopulista, sus carnés fueron codiciados por personas de pensamiento conservador. Además, como recuerda el que iba a ser futuro director, la CNT era ácrata por lo menos en el entorno artístico. Jamás se preocuparon de la ideología de sus asociados.


Comentarios

  1. Interesante y divertida semblanza. Y surrealista lo del actor huyendo despavorido vestido de cura. Creo que Fernan Gómez, después de interpretar el papel de "traidor" en el teatro (o sea: "tráeme un café, tráeme una silla, tráeme el periódico...") se estrenó haciendo de botones vendedor de golosinas, en la obra Eloísa está debajo de un almendro, de Jardiel Poncela. Como algunos otros actores célebres que también empezaron en el teatro interpretando justo ese papel de jovenzuelo vendedor al que nadie querá comprar nada. Luego consiguieron mejores papeles. Y más atención, claro...

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    1. Me he reído con tu definición de traidor y me ha recordado al juego de palabras que se gastaba un profesor nuestro de literatura como 'porta hedor' =portador o el más difundido de 'trabajo en IBM'=y veme a por un café...Grande,Bonifacio.Como te decía,esperamos tu entrada.

      Pd:La anécdota la cuenta Haro Tecglen de oídas,no sé si será del todo verdad.

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